Asociación de Discapacitados Peneira

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martes, 8 de abril de 2008

Artículos de opinión

Una semana más, y Peneira os ofrece un nuevo artículo de opinión. Esta semana es de una persona que siempre ha colaborado con la Asociación Peneira, es Educadora Social y una persona muy comprometida.
Desde Peneira, queremos agradecerte tu participación en esta sección, MUCHAS GRACIAS ROCIO!!!!
Esperamos que os guste:

Mi primer contacto con la Asociación Peneira fue por medio de la organización de un Foro sobre Discapacidad que tuvo lugar en Sada en el año 2005 para conmemorar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

En aquel entonces estaba trabajando como Educadora Social para el Ayuntamiento por medio de un contrato por subvención a media jornada que duraría tres meses. ¡Tres meses! ¿Es tiempo suficiente para tomar contacto con la realidad social, conocer la problemática de los colectivos con los que se va a trabajar y proponer vías de solución de conflictos? Evidentemente, no.

Aún así, cuando me encomendaron la tarea de organizar un encuentro sobre Discapacidad, me pareció una oportunidad extraordinaria para juntar a las personas, colectivos y asociaciones que trabajan en y desde el mismo ámbito, el de la discapacidad, con el fin de conocerse, compartir experiencias y unir recursos y potencialidades. Aunque iba mal de tiempo y no disponía de todos los materiales que quisiera, las asociaciones se volcaron con la actividad, en especial Peneira, que me transmitió mucho tesón e iniciativa además de prestarse a colaborar para lo que hiciese falta.

Llegó el día del encuentro en la Casa de la Cultura Pintor Lloréns, un día lluvioso propio de los “antiguos” meses de diciembre en Galicia. Sabíamos que eso restaría afluencia pero, personalmente, no esperaba que tanta. Aún así, el día fue muy intenso, con unas exposiciones entregadas y brillantes, con aportes teóricos de alto nivel y experiencias vitales de enorme calibre, un encuentro que recordaré siempre por su gran calidad humana y profesional.

Pero faltó gente. Es verdad que no hubo tiempo material para hacer la debida promoción, que las lluvias no acompañaron en absoluto sobre todo para las personas con movilidad reducida, que era un día de semana. Sin embargo, el lugar era accesible, conocido, se sabía que el evento iba a tener lugar... Y aún así faltó gente.

En aquel encuentro eché en falta gente sin discapacidad visible, o gente que no tuviese en su familia personas con problemas de dependencia, gente de lo que se ha dado en llamar “normal”. En definitiva, eché en falta apertura hacia el prójimo, sensibilidad con la temática a tratar, interés por nuestros congéneres. Eché en falta solidaridad humana.

Se habla muy a menudo de las barreras arquitectónicas, importantísimas, pero existen otras barreras que no se ven: las psicológicas. Éstas frecuentemente están en las personas del otro lado del espejo, esas personas que viven con Alicia en el País de sus Maravillas, esas personas que tienen la conciencia dormida y que, cuando la despiertan, ya suele ser demasiado tarde.

Así que aquí os dejo unas letras por más encuentros, por más sensibilidad social, por muchos años de logros y porque las autoridades políticas y educativas se vuelquen de una vez por todas con la problemática de la discapacidad. Por todo eso y por mucho más, os envío el más encarecido de los ánimos para que sigáis con estas iniciativas que contribuyen a dinamizar la vida social y a estar un poquito más cerca de la plena integración.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Rocío!!!!Es un artículo genial.
Brindo por las educadoras sociales como tú.
M.M.F

Anónimo dijo...

No sé si llegará el día de la plena integración

rocío dijo...

Jajaja muchas gracias, yo brindo tb!! (todo sea por brindar...)
con respecto al futuro, confío en que la situación se irá normalizando progresivamente. Quizá la "plena integración" sea una utopía, pero creo posible una existencia mucho más "integradora", más conciliadora de las diferencias. No olvidemos que España es un país muy joven democráticamente (demasiado!) pero que tendrá que evolucionar como han hecho otros en su momento.
Lo importante es no dejarse vencer por la desesperanza y seguir adelante.
Un saludo,
Rocío

Anónimo dijo...

Tenemos y debemos creer en esa utopía.
Animo
María.

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